30 diciembre, 2009

Aquí todos estamos locos...

...pero la fuerza esperanzadora de su optimismo abogaba siempre por salir.

La razón se cernía casi siempre desconocida. Aunque ese detalle, de momento, no importaba; mientras hubiera algo por lo que seguir adelante, bastaba. Así pues, quiso el día de hoy, a ver si él la sonreía y dejaba de consumirla el virus, ese que la recluía en casa, algo que contradictoriamente la agobiaba y la aliviaba.
Así, la chica quiso alegrar su faceta más siniestra con esta magnifica fotografía de Alicia en el País de las maravillas, cuyo estreno sigue esperándonos en el cinco de marzo de este año que viene.

Encantador el gatuno ¿verdad?


Aquí todos estamos locos...

La muerte que congela mi corazón

Dícen que la navidad es un período frio pero inmerso en un mágico flujo de calor. Y para mí, y a pesar de todo, era algo parecido. Pero leer noticias como las que de ayer sobre el británico ejecutado en China, me congelan, me recuerdan esta triste, y en mi opinión indignante, realidad en tantos países.
Pienso que la vida humana no tiene precio. No importa lo que haya hecho un ser humano, nadie puede poseer la suficiente autoridad como para convertirse en su verdugo. Y esto sin ponerme a pensar en las tantas vidas que se han demostrado que fueron sacrificadas por error y aquellas muertes de las que tal nunca se sepa la verdad.

Como Schindler decía en la película sobre su lista:
QUIEN SALVA UNA VIDA, SALVA AL MUNDO ENTERO

Un deseo por el que lucho, aunque sea mediante escasos recursos: escribiendo palabras como estas o colaborando con la web de Amnistía Internacional y sus firmas, porque sí se consiguen cosas con pequeños gestos y poco a poco.

Matar es matar

Y ya que es navidad dos regalos:

1- La recomendación del libro: LA MILLA VERDE de Stephen King. Aunque la película también es muy buena, nunca la pillaba para verla, así que, y hace bastantes años, cogí el libro de la biblioteca... Y me fascinó, me marcó para siempre. Emocionante y cruel.

2-Una canción del grupo madrileño: Ska-p: Wellcome hell, sobre la pena de muerte.



Al cabo de los años consiguieron demostrar que yo no era culpable y ya no hay marcha atrás, mi cuerpo está podrido y ya no puedo renacer.

16 diciembre, 2009

Claro de luna

Recupero una poesía libre que escribí hace tiempo...
ATENCIÓN: hay que leerla escuchando la sonata CLARO DE LUNA de Beethoven. (Con la que me inspiré)







Claro de luna

Un halo de misterio recorría la estancia,
yo me estremecí entre las frías sábanas.
Después: silencio, un silencio destructor de conciencia…

Me ahogaba, no podía respirar,
sentía mi corazón latir, devastadora señal de alerta.
Después: un suspiro, un suspiro sediento de sangre…

Sin poder aguantarlo más, aullé a lo desconocido,
a lo que me vigilaba desde la oscuridad.
Después: un gruñido, un gruñido espantosamente seductor…

Un brazo congelado me acarició la mejilla,
y delicadamente bajó hacia mi cuello.
Después: un gemido, un gemido sumergido en la perversión…

Sabía que vendrías – sollocé - lo sabía...


Claro de luna me hechizaba,
me pedía exultante que te visitara.
Esta noche – murmuró mi depredador -.

Y el viento susurró…

Otro brazo congelado al mío encarceló,
sin piedad, con fuerza, notaba su presión..
Deseaba soltarme pero ni siquiera me moví,
El viento no susurraba ahora, rugía…

¿Tienes miedo? – rió mi cazador - Claro de luna habrá para los dos.

Acercó sus helados labios a mi oído,
mi cuerpo se estremeció sobrecogido.
El sensual contacto de su arma venenosa,
me regaló la alarma del peligro,
lujuriosa, sí, pero mortal…

¿Sabes lo que haré?... ¿verdad? – susurró -.
Cerré los ojos…


Frenética lucha interior dentro de mí se disputaba,
ansiaba tanto desasirme de su yugo,
como abandonarme a su apetito sobrenatural,
incitante, sí, pero mortal…

El congelado dormitorio se cobijaba,
bajo mi vergonzosa excitación.
Mi raptor me llamaba desde dentro, muy dentro de mí,
"Puedes cerrar los ojos, pero nunca eternamente…"

Como si el claro de luna desistiera,
la melodía se transformó.
Mi alma escuchaba un murmullo,
como en un sueño, me hipnotizó…

Entorné la mirada en la oscuridad…

Era una voz profunda, lasciva,
rápidamente las entrañas me recorrió.
Soltándome, rozó cuidadosamente mi pelo,
e impaciente con mi alma se deleitó.

Mi vientre se revolvió, mis piernas lo abrazaron, y mi dolor se volvió pasión.

Dulce dolor…- pensé
-…que me da la vida que a vosotros os quita - respondió extasiado en mi mente -.

La inmortalidad

Te necesito ―le dije sin querer decirlo―. No puedo soportar el perderte. Eres la única compañera que he tenido en la inmortalidad.
Entrevista con el vampiro: Anne Rice


La inmortalidad es un estado acerca del cual me he preguntado constantemente, como devota del género vampírico tanto en el cine como en la literatura.
Ser inmortal, siempre ha despertado en mí una fascinación espectacular. Poder perder el miedo a la muerte sería para mí un motivo de gran alivio.
El desasosiego por pensar que vas a desaparecer un día de la faz de la tierra sin tener la certeza de algo más allá... es paralizante. He soñado muchas veces con ser inmortal, pero como casi todo, la moneda tiene dos caras. No morir significa ver morir a los demás, a todas y cada una de las personas que has amado, (con la premisa de que sean mortales, claro) y eso es realmente duro. Durante una vida mortal también tienes que despedirte de muchos seres queridos, pero siendo inmortal eso se repetiría una y otra vez, sin remedio.


Otro hecho que guarda ciertas cosas buenas y malas es el tiempo. Creo que un ser inmortal simplemente no daría mucha importancia al tiempo, no lo aprovecharía de igual modo que un mortal, sabedor de que su existencia es efímera. Pero lo bueno del tiempo para el ser imperecedero es todo aquello que va a poder hacer sin limites temporales como es aprender o viajar.. Si quieres por ejemplo viajar a Japón, Egipto, Escocia, México..., no hay porqué agobiarse por el tiempo, por el dinero que tienes, porque con la eternidad por delante todo se convierte en posible. Posees tiempo indefinido para conseguir el dinero por ejemplo o para visitar una ciudad cien días en vez de dos. El tiempo se vuelve inmaterial al pensamiento.

El hombre ha buscado el secreto de la inmortalidad desde tiempos inmemoriales: véase en la mitología griega, donde quien ingería ambrosía podía adquirir la inmortalidad o el alquimista Nicolas Flamel y la piedra filosofal, el elixir de la eterna juventud (en el siglo XIV)


El tema de la vida eterna siempre ha traído consigo leyendas e historias donde se han cometido barbaries. Éstas casi siempre con un mismo ingrediente: la sangre humana, la sangre como la vida. Son un modelo las historias con tienes de leyenda de la condesa "sangrienta" Elisabeth Bathory , que en el siglo XVI, obsesionada con la belleza de la juventud se bañaba en la sangre de jóvenes doncellas, o las leyendas del Vlad "el empalador" (inspiración de Bram Stoker para su novela Drácula) que bebía la sangre de sus enemigos.
Además de estas historias crueles, hay otras no tanto, muy cercanas: los miles de cosméticos y remedios para mantenerse joven, que hoy día puedes comprar en cualquier farmacia o supermercado. El afán de la inmortalidad, aunque no sea rotundo, acompaña a la humanidad siempre cogido de la mano.

Y últimamente más: los vampiros, ser mitológico, modelo cuando hablamos de la inmortalidad ha vuelto de entre las tumbas con más fuerza que nunca. Debido a la tetralogía de Crepúsculo de Stephenie Meyer, y a series de televisión como True Blood (Basada en las novelas: Los misterios de los vampiros sureños de Charlaine Harris) el mundo de los no-muertos está más de moda que nunca.

Eso no significa que no hubiera ya antes cientos de novelas, poemas, películas, canciones… inspirada en estos seres sobrenaturales, sólo que el “amor adolescente” de Crepúsculo creado en un mundo de vampiros “vegetarianos” ha encogido el corazón de millones de lectores alrededor del mundo. ¿Dónde quiero llegar a parar con esta alusión? Pues quiero decir que si el tema de la inmortalidad era un tema que todo ser humano difumina en su cabeza alguna vez en su vida, ahora es aún más recurrente, está a la orden del día, muchos quieren ser vampiros. (Que conste que los inmortales no tienen por qué ser vampiros, pero los vampiros si son inmortales, aunque pueden morir de ciertas maneras) Y aunque no lo quieran ser… han pensado sobre ello.



La película Los inmortales- El inmortal de Borges.

Nada más terminar de leer el cuento y ver la película, parece que no tienen mucho en común.
Y a pasar de que la película no sea una adaptación del cuento, sí hay un detalle que nos hace sospechar: tanto el protagonista del cuento Joseph Cartaphilus como Russell Nash (Christopher Lambert) trabajan como anticuarios.

El tema de la inmortalidad es una obviedad que bien podría haberse inspirado en cualquier otra cosa, pero hay otras similitudes. Cuando el escocés Connor MacLeod (Nash en la época de su nacimiento) se entera de su inmortalidad no lo ve como una maldición, será un poco más tarde cuando piense de este modo (pérdida de los seres queridos); en el cuento ocurre lo mismo, el protagonista del escrito, después de comprobar la devastación que produce en el ser humano la eternidad: la pérdida de consciencia del mundo real, la obtención de todo lo bueno, pero también de todo lo malo, la repetición de experiencias... decide encontrar la forma de ser mortal de nuevo. Y en ambos casos ambos consiguen volver a parecerse, como ellos desean, a los demás hombres.
La gran diferencia radica en que Nash no busca la inmortalidad egoístamente, simplemente se le otorga por alguna razón desconocida. Además ha de luchar para salvar a la humanidad del el mortal malvado: El Kurgan. No obstante, no comienza su guerra en serio hasta que no muere su mujer, a la que ama tanto que acompaña de la mano hasta su último aliento.
Sin duda las dos obras nos muestran que la inmortalidad, a pesar de los deseos mortales, siempre conduce hacia alguna desgracia, ya sea la tristeza por la pérdida de aquellos a quien amas o por la destrucción interna del ser en cuestión. ¿Nos quieren decir que dejemos de desear vivir para siempre? Creo que es una esperanza poco probable: todo aquel que sabe de su mortalidad, buscará o al menos pensará, alguna vez, sobre la posibilidad de la inmortalidad.


Como regalo os dejo este preciosovideo: la canción (con letra incluida) que siempre me ha puesto los pelos de punta.


But though you're still with me

I've been alone all along

08 diciembre, 2009

William Wallace sigue vivo

Puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán la película de Braveheart.


Con motivo de la puesta a la venta del Blu-ray de Braveheart, el Facebook de 20th Century Fox sorteó entradas para ver, después de catorce años, la película de Mel Gibson de nuevo en el cine y en alta definición.. Era ya una creación magnífica en VHS (cómo siempre la había visto) pero en la gran pantalla es aún mejor.

Siglo XIII. Escocia sufre la invasión de los ingleses mientras los nobles escoceses se disputan el trono y los plebeyos mueren a manos de los soldados de Eduardo I, Rey de Inglaterra, entre ellos el padre y el hermano de William Wallace. (Mel Gibson)
Huérfano, Wallace es recogido por su tío y se lo lleva consigo lejos de allí. Éste lo cría, alfabetiza e instruye con la espada.



Cuando William vuelve, sólo desea labrar sus tierras y formar una familia, con Murron (Catherine McCormack), de la que lleva enamorado desde siempre. Pero sus planes se oscurecen cuando los soldados ingleses descubren su matrimonio secreto y acaban con la vida de ella. Con el pretexto del asesinato de su amada, William Wallace clama venganza y comienza una rebelión contra el mismísimo Rey de Inglaterra. Siempre en pos de la libertad; siempre con la pasión en las venas por su amor perdido.


El amor es un sentimiento muy intenso que envuelve la película de principio a fin, pero coexisten otras potentes temáticas: la traición movida por el ansia de poder, la amistad forjada gracias a un ideal, la homosexualidad en la monarquía, los matrimonios por conveniencia entre los países... Un conglomerado de tramas que en ningún momento ralentizan el ritmo de la película.
Dentro de todo el dramatismo de la historia, el guión deja espacio para el humor, sin duda hay un suficiente conjunto de escenas que te hacen sonreír, o incluso reír a carcajada limpia. El guión es otro punto fortísimo de este film. Han otorgado mucha fuerza a las palabras y eso, junto con la intensa y a la vez dulce banda sonora, consigue conmover, incluso hasta la lágrima.



Al ser una película histórica hay que fijarse también en el vestuario y en el maquillaje. Emblemáticos. A nadie se le va a olvidar jamás la cara pintada de azul de Wallace antes de las batallas, ni las faldas a cuadros que levantan para enseñar sus vergüenzas.
Y las peleas: sangrientas, crueles, brutales, frenéticas... y cargadas de entusiasmo. Hasta se merecen el epíteto de nobles; nobles porque la palabra, de nuevo muy presente, consigue que de verdad apoyemos las creencias de los escoceses y persigamos junto con los protagonistas su libertad, su causa justa.
Hacen que nos lo creamos, tanto, porque las actuaciones son muy creíbles. Mel Gibson sin duda ha hecho historia con Braveheart, en gran parte, gracias a la dirección, pero sobretodo por su interpretación: acompañas a William Wallace en su cometido, no a Mel Gibson.
La princesa francesa Isabelle (Sophie Marceau) consigue transmitir perfectamente su desencanto frente al amor y su lucha por conseguirlo. Robert Bruce (Angus McFayden) sobresale en su papel de noble escocés aspirante al trono. Bruce desea ser como Wallace y luchar por la libertad, pero su padre, atormentado por una devastadora enfermedad, lo aparta de sus deseos con pactos secretos con los ingleses. Los ojos de McFayden muestran su decepción o su rabia con convicción.

Tampoco puedo dejar en la estacada a Brenda Gleeson y David O´Hara, Hamish y Stephen respectivamente; los inseparables y leales amigos de Wallace. El primero, compañero desde niño traslada fuerza, y el segundo, "el loco irlandés" aporta gran parte del humor. Y para finalizar con el análisis de actuaciones, destaco a Patrick McGoohan como Eduardo I. Desde luego es ideal para el papel de malvado hasta la médula, su mera presencia te pone los pelos de punta.


Una obra maestra del cine de los 90.
Y sin duda, fui una suertuda al haberla podido disfrutar en el cine, con todos sus detalles a tamaño gigante y con la espléndida música a un volumen considerable.
Como diría (y dijo de verdad) William Wallace:
¡ALBA GU BRÁTH!

Beatriz Martínez Arranz



PD: para quien no lo sepa ya... he de confesar que siempre ha sido, desde que la vi por primera vez (hace tantos años... que no se cuántos, pero sí recuerdo dónde y con quién me maravillé viéndola) mi PELÍCULA PREFERIDA, y para una cinéfila como yo eso es importantísimo. :P

06 diciembre, 2009

Primer teaser de Harry Potter y las reliquias de la muerte



Aunque queda casi un año para el estreno de la primera parte de HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE, el primer teaser trailer nos ha dejado ya las bocas abiertas.

Es una pena que lo estén eliminando de todos los portales donde se ha publicado. Mala calidad, excelente calidad... Lo bueno es que gracias a Bloghowarts.com tenemos algunas capturas.

A continuación algunas de ellas.







¿Emocionante, verdad?

Saben dejarnos con los ojos chiviritas y con la emoción a flor de piel, sin, realmente, desvelar nada. Habrá que esperar... como siempre.