20 diciembre, 2011

ALWAYS Potter...


Buenas noches.
Seáis pottéricos, amantes del diseño, de la magia, del espíritu de la navidad... no importa. Importa vuestra buena intención.
El mejor regalo de navidad para mi es que ayudéis a una buena amiga a conseguir ganar este concurso. Ha quedado finalista en el concurso de posters de la próxima convención de Harry Potter y Merlín en España.

Su felicidad y la mía está a un "me gusta" de tu alcance o un tweet.

LINK DE LA FOTO EN FACEBOOK: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=313170145370760&set=a.194390570582052.43504.194387197249056&type=1&theater

Tweet: VOTO: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=313170145370760&set=a.194390570582052.43504.194387197249056&type=1&theater @WizardCon


¡FELIZ NAVIDAD!

10 diciembre, 2011

Cuando Edward abandonó a Bella.


Da vértigo.
Indagar en ciertos temas espinosos puede ser una buena salida o por el contrario, puede hundirte más en el laberinto en el que, incuestionablemente, ya estás perdida.
A veces hacer las preguntas necesarias es duro, muy pero que muy complicado. Es como si una aspiradora gigante te succionara y no te dejase siquiera, que tus dedos escriban en un maldito teclado de ordenador. Creo que eso tiene que ver con la conciencia y los sentimientos. Hacer ciertas preguntas equivale a querer conocer ciertas respuestas y eso asusta. Espanta. Lo de que muchas veces somos más felices sumidos en nuestra ignorancia no es ninguna tontería.

Me voy a tomar la libertad de preguntaros algo, aunque dudo que alguien me conteste.
¿Dudáis cuando alguien os pregunta si amáis a alguien?
Es posible. El amor es harto de complejo. Lo sé.
Pero si amas a alguien, no dudas, ni por un instante, de que es así.
Creo que alguien podría ocultarlo para proteger su salud mental o incluso, la del destinatario.
¿Cómo reconocer que amas a alguien que tú mismo lo has abandonado?
¿Cómo reconocer que amas a alguien cuando crees que no hay futuro?
¿Cómo reconocer que amas a alguien cuando no crees en el amor?

No todo es tan sencillo. Por eso hablo poco de esto con las personas, que, por mucho que les explique, objetivamente, situaciones, conversaciones... no pueden llegar a entenderlo del todo.
Las relaciones son pequeños mundos, con su luna particular, su sol... Mundos que por mucho que observes desde fuera, quizás nunca llegues a entender ni un pequeño atisbo de la realidad oculta.

Ya se que no es sencillo, que no todo es blanco o negro. De hecho, siempre he defendido que todo es gris, pero todo lo que puede serlo.
Puedes dudar de tus sentimientos, puedes incluso temerlos. Pero si se duda... de algo tan puro, de algo tan intenso... es que algo falla.

De todos modos puede ser bueno. Es una salida, un escape, por fin puedo dejar de soñar, de esperar imposibles y de sonreír a causas perdidas para respirar profundamente e intentar salir del agujero. Lo cambia todo.
¿Todo? "Todo" es una palabra demasiado infinita, al igual que "para siempre". Es posible que no lo cambie "todo" pero cambia. Vaya que si cambia. Aunque duele. Escuece.


Aunque miento.
En el fondo siento que no es así. No puede ser así, y eso sí que lo digo por salud, por orgullo, por jodido amor.
Ya hasta me sabe agria esa última palabra. Pierde su significado. Confiar tanto en ella para lo que está haciendo por mi, ahora...
Y no me confundan, que no me arrepiento, si volviera atrás, repetiría, con mucho gusto.

Y me gustaría repetir de nuevo. O no. Todo es confusión. Es un laberinto de incertidumbre en el que la pesadilla no se puede esquivar, siempre está presente, de una manera u otra.
Porque yo no lo he elegido. Yo era más fuerte y yo no he elegido perder, no he elegido vagar por las calles de Madrid, sola y en silencio. No he renunciado... ¿Tú si? Ya no lo sé. Si no sabes lo que sientes, es posible, que no hayas renunciado a tanto...

No lo he decidido yo. Creo que, aunque sea por eso, merezco un poco de respeto, merezco alardear del podio de dolor. Aunque, proporcionalmente, quizás no sea justo. No importa. Tampoco quiero eso, ni lo necesito. ¿Para qué?
Yo era la optimista ¿no?
¡JODER! Ya soy mayorcita, déjame elegir a mi. Déjame elegir mi senda, mi camino. Si elijo los tallos con espinas, es mi elección. Sé que, al final, tienen preciosas rosas rojas, vistosas, atrayentes, encantadoras, con un aroma afrodisíaco. Destilan amor y pasión, como se suele pensar.
Llámalo esperanza, fe o amor. Lo que sea.

Me recuerda tanto a el pasaje en el que Edward abandona a Bella.... La abandona por su propio bien, porque no le conviene estar cerca de una persona que podría dañarla, incluso comersela.
Aunque Edward también afirma que Bella no le conviene.
Yo no soy tan patosa como Isabella, ni tan edulcorante, ni tan...
Pero después de hoy, me encuentro un poco más identificada con esa farsa disfrazada de realidad.

La diferencia es que yo no sé si Edward volverá algún día.
La diferencia es que quizás no encuentre a un Jacob.
La diferencia es que, quizás, si lo encuentro, lo elija a él.