25 enero, 2012

La edad de la ira, señores y señoras, la edad de la ira.


Lo prometido es deuda y un día después traigo con mucha fuerza uno de los mejores libros que leí el pasado año. Espero que me perdone el autor por prometerle una reseña y tardar tanto tiempo en hacerla realidad.
Estoy hablando de una novela que trata los temas de hoy en día, de frente, sin tapujos, sin fantasía ni ciencia ficción, de la noche y la mañana en un colegio asolado por una desgracia.


Me refiero a "La edad de la ira" de Fernando J. López.

La historia narra la investigación exhaustiva de un periodista sobre el asesinato de dos personas. El padre y el hermano de Marcos, un alumno popular, aparentemente nada violento, que estudia en el Instituto Rubén Darío.

Santiago, que así se llama el reportero, pretende sacar a la luz los porqués y las causas que llevaron, presuntamente al joven Marcos, a asesinar a dos miembros de su familia.
Su ambición es desenmascarar esas razones ocultas, que la mayoría ignora y que la policía no se molesta demasiado en averiguar.

La situación se presenta confusa para Santiago, especialmente porque el acusado se niega a hablar, autoculpándose.

Pero Santiago insiste y hace todo lo posible por entrevistar a todos los que rodeaban a Marcos, a profesores, alumnos, familiares y amigos.
La narración intercala los pensamientos y divagaciones personales del periodista y los escritos y grabaciones de los interrogados. De esta manera descubrimos información muy valiosa, desde los secretos más ocultos y sórdidos del claustro de profesores hasta las reacciones e ideas de los alumnos tanto en su vida diaria como ante un hecho tan atroz como es el asesinato.

El insituto se ha convertido (¿acaso no lo ha sido siempre?) en un microcosmos, en una selva salvaje con sus propias leyes. J.López pone sobre la mesa temas que llevan muchos años dando guerra en las escuelas, aunque en la actualidad, muchos de ellos se han convertido en algo muy grave (¿O es que es ahora cuándo se están dando la importancia que merecen?) como son el acoso escolar, la violencia de género, el abuso sexual y el fracaso escolar.

Me parece fascinante el desarrollo que hace de ideas tan vanguardistas como la "generación tuenti" y de cómo las redes sociales afectan a los jóvenes y pueden llegar a ser cruciales en investigaciones.

Otro tema muy interesante es la crítica a los medios de comunicación. Especialmente porque yo soy periodista (o al menos, eso pone en mi curriculum) y a veces me avergüenza ver las noticias y ver lo que veo, no me reconozco ante las actitudes y opiniones de tantos de ellos... En esta caso trata la manipulación de los medios respecto a la información del homicidio. De cómo con su gran poder consiguen transmitir y engendrar ideas falsas, al público. Juicios de valor que se toman como testimonios verídicos, hasta el punto de culpar a Marcos sin miramientos.

No puedo dejar de comentar otro aspecto que no deja de repetirse durante el relato y que yo, como estudiante que he sido (que aún sigo siendo, creo) he podido comprobar por mi misma. Me refiero a la falta de vocación en el profesorado. Profesores que no han tenido más remedio que optar por la enseñanza, aunque no les guste un pelo. O profesores que han sentido la llama de la docencia pero que, ante el fracaso escolar, los abusos hacia profesores o el manifiesto poco interés de los alumnos, la han ido perdiendo hasta que sólo han quedado cenizas. Muy triste.


Y, enlazado con lo anterior, el autor reconoce el penoso sistema educativo. Un sistema que aborrega, que sólo enseña nombres, más nombres y cifras sin ningún sentido. En concreto se recoge en la novela, el caso de la asignatura de literatura.

¿De qué sirve saber de memorieta la obra, vida y milagros de funalito de tal si no lees ni siquiera un poema o una novela suya? De qué sirve poner como lectura obligatoria a niños de 16 años, "La celestina" o "Las coplas a la muerte de su padre". Sólo para que los alumnos crezcan con el odio a la lectura arraigado en sus entrañas. Sólo para eso, casi me atrevería a decir.
Y me parece totalmente normal que ocurra tamaña desgracia.

Y me ha parecido fascinante, embriagador, de hecho, poder leer esta idea en una novela escrita por un profesor, sí, un profesor, de nada más y nada menos que de literatura. Olé.
Y no digo que los clásicos sean un tostón increíble, pero hay que adaptar los tiempos a los tiempos. No se escribe ahora como hace cien años, ni tenemos los mismos valores, ni comportamientos, ni contextos.

Y sobre todo, hay que adaptarse a las edades. Un niño de 16 años de hoy en día, no siempre estará capacitado o no será lo suficientemente maduro como para entender la complejidad y talento de ciertos escritos. Habría que empezar por novelas como esta misma que estoy comentando para encender esa chispa adecuada que tantos jóvenes necesitan encender para comenzar a amar la lectura.

Esta es una novela que muy especialmente trata de ELLOS, de esas generaciones que vienen, que ya están aquí; de sus problemas, dudas y luchas. Trata la homosexualidad, el racismo en las aulas, la represión en el hogar, de los celos entre amigos, el alcohol, de los amores no correspondidos...
De ellos, en definitiva. No de unos cortesanos, plebeyos o caballeros andantes que, aunque tengan algo que ver con ellos, porque al fin y al cabo todos somos humanos, no conectan con ellos. CONECTAR es la palabra. (O una de ellas) Y el autor lo consigue. Vaya que si lo consigue.
Sólo tengo que recordar a los muchos alumnos que fueron a la presentación que hizo hace meses en Madrid. Los oía comentar entusiasmados por qué página se iban y se notaba que admiraban a su profesor.



Y a toda esta parrafada altamente positiva hay que sumarle la prosa del autor: es directa y sencilla, pero muy cuidada. Demuestra gran conocimiento de los lenguajes usados tanto de treintañeros como de los quinceañeros. Consigue transmitir, de este modo, unos personajes diferenciados y muy bien caracerizados.

Es una novela de esas que debería leer tanta gente... Tantos profesores que se verían reflejados en algunos de los personajes e incluso se echarían unas risas culpables. Todos esos alumnos de instituto que aborrecen la lectura o que necesitan encontrar algo de compresión en su vidas... encontrarán aquí un resquicio de esperanza. Sí, chicos, hay gente que intenta ayudaros, aunque no lo creáis. Al fin y al cabo sois/somos el futuro ¿no?

Para terminar, porque alargarme más es demasié. Apta para todos porque de una forma u otra todos hemos sido estudiantes o tenemos algún tipo de relación con los colegios, institutos y universidades.

Mi enhorabuena al autor, que sin ninguna duda es un gran profesor, con inquietudes reales y comprometidas con sus alumnos. Me alegra muchísimo haber podido tener la oportunidad de leerla.
 "La edad de la ira", gracias.
10/10

24 enero, 2012

El laberinto no era lo peor...

Buenas noches y buenos días ya, porque hacía que no volvía, literariamente hablando, mucho tiempo. Soy un desastre, lo sé. Pero debido al cambio de domicilio, un nuevo trabajo (que recién acaba...) y algunos desastres que no vienen al caso, he tenido esto realmente abandonado. Hecho que, en el fondo, me molesta bastante.

Así que para empezar por todo lo alto voy a hacer la reseña de uno de los mejores y más esperados libros que he leído en estos meses.


Se trata de la segunda parte de "El corredor del laberinto" de James Dashner.

La primera parte tuvo uno de los finales más malvados que había leído en mi vida. De esos que te dejan unas ganas horribles de gritar o romper cualquier cosa que tengas a mano, a la vez que te erizan el vello por la belleza de lo maquiavélico.
Vamos, que tenía unas ganas locas de leer la segunda parte.

Lo siento, pero como es obvio, la reseña contará con pequeños spoilers de la trama del primer libro. Aunque voy a intentar contar lo mínimo de la historia y centrarme más en las impresiones que me ha causado para que disfrutéis mucho más.

El grupo de Thomas ha conseguido salir del laberinto sí, pero lo que no saben, lo que ni siquiera han llegado a plantearse es, que lo peor, aún está por llegar.
Theresa ha desaparecido y Thomas no puede comunicarse telepáticamente con ella. Aparecen extraños tatuajes en la nuca de los chicos. En el de Minho pone: "El lider" pero en el de Thomas pone "el que debe ser asesinado".
Un enigmático señor que aparece como de la nada, explica al grupo que la tierra ha sido asolada por unas erupciones volcánicas y muchas personas, incluidos ellos, están contagiados de una gravísima enfermedad, el Destello que va degenerando a la persona hasta que se vuelve loca por completo.
Les dice que deben ir a un lugar seguro, atravesando una especie de desierto, una ciudad para encontrar el antídoto que los salvará. Es una prueba más de la organización CRUEL. Y nuestros protagonistas lo van a pasar... realmente mal.

En mi más sincera opinión, puede que todo tenga que ver con el lema "sacrificar a unos pocos para salvar a muchos". Que utilicen a los niños para descubrir algunas "variables" para salvar a la humanidad de las erupciones solares que han asolado el mundo, del Destello... o vete a saber qué. O quizás sea un juego macabro, al estilo de las películas de "Saw", en las que unos locos obsesionados ponen a prueba la resistencia, el dolor y el afán de supervivencia de otros seres humanos...



Lo que sí está claro es que, como dije en la crítica de su predecesor, no busca ser una obra maestra de la literatura, ni mucho menos; de hecho, su prosa, más bien podría pertenecer a la de un guionista de cine que pretende novelizar su historia. Un guionista que busca agilidad, impacto, mostrar la fuerza del presente, del YO y del AHORA.
Cumple su cometido a las mil maravillas, te deja absorbido a cada palabra, es un no parar.
Otro gran punto a su favor es la falta de remilgos, no se escurre por las ramas a pesar de un libro considerado juvenil. Pongo algunos ejemplos bastante gráficos: un chico puede perder la cabeza, puede recibir un disparo o puede aparecer un "raro", (que es un hombre que tiene el Destello) sin nariz y con ganas de canibalismo y no pasa nada. Aquí paz y después gloria.... o debería decir: aquí sangre y después muerte. (xD)

Thomas, el protagonista, ya no se sorprende de nada. No importa lo bizarro, asqueroso o injusto de la situación. Comienza a vislumbrar la realidad: no sabe qué es real, quién miente, cual es su cometido final, si le odian, si le aman... Sólo sabe que tiene que sobrevivir a toda costa. Y la cosa se complica cuando comienza a recordar más y más cosas de su vida anterior... Cuando comienza a recordar que él mismo tiene que ver algo con el laberinto y con CRUEL.

Es mucha la confusión que nos hace padecer esta novela. Pero como gran fan que soy de la serie "Lost", yo estoy encantada de que no nos den las cosas masticadas, de que puedas hacer cábalas que, posiblemente, no sean las acertadas.

La curiosidad por saber como el señor Dashner va a desembrollar el lío de esta segunda entrega en "The death cure" me destroza por dentro. (Porque vaya titulito...)

Y no puedo dejar de comentar la delicada edición que siempre hace Nocturna de sus ejemplares. Son de esos libros que merece tener en la estantería.
Además han conservado más o menos las portadas originales, que son brutalísimas.


Lo recomiendo encarecidamente, como se dice ;) 9/10