Y una reseñiiita se paró en seco, miró hacia el cielo nublado
y una gota mosó su naricilla.
Hoy le toca a... TATA TATA CHÁAAAAAAAAAN!
RIVALES de Anna Godbersen.
La continuación de Latidos.
He jurado guardar el secreto, pero prometo a mis fieles lectores informarles de todo cuando la semana llegue a su fin y los rumores sean ya de dominio público...
Volvemos a las calles de Nueva York de finales del siglo XIX. Diana Holland, hermana de la recién "fallecida" Elisabeth, es ahora la esperanza para encumbrar de nuevo, económicamente, a su cada vez más pobre familia.
Y seguimos con los lios amorosos de los protagonitas: Diana cada vez está más enamorada de Henry, Penélope puede llegar a hacer cualquier cosas con tal de ser que Henry la eliga a ella, a Henry le aprietan por todas partes, Lina y sus nuevos encontronazos con la alta sociedad neoyorkina, Will y Elisabeth y sus intentos de encontrar fortuna...
Y seguimos con los lios amorosos de los protagonitas: Diana cada vez está más enamorada de Henry, Penélope puede llegar a hacer cualquier cosas con tal de ser que Henry la eliga a ella, a Henry le aprietan por todas partes, Lina y sus nuevos encontronazos con la alta sociedad neoyorkina, Will y Elisabeth y sus intentos de encontrar fortuna...
En fin, realmente me estoy dando cuenta de lo poco que me acuerdo, ha pasado aproximadamente un año desde que me lo leí. Pero sí que recuerdo que la predecibilidad del primero se va agotando y las sorpresas ocupan su lugar. Las tramas se intensifican en acción e interés. La escritura es ágilísima y pulida, es de estos libros que en una sentada puedes darle bocados gigantes sin levantar la vista de las hojas y apenas percatarte de ello.
Es frescura dentro de un siglo polvoriento, te inmiscuyes con curiosidad entre las callejuelas de las palabras para aprender, como en la primera novela, costumbres de la época, formas de vestirse, de vivir, las distintiones causadas por las clases sociales...
7,8/10
1 comentario:
Hace poquito lo vi en la biblioteca pública de mi ciudad, lo que no me fijé tenían Latidos
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