Hola bloggeros, lectores, curiosos y despistados.
Un día hace ya unos meses tuve una idea y se acrecentó como consecuencia del visionado de una serie que me gustó muchísimo: The Walking Dead. (pero esto es otra historia y en otro momento será contada)
Los más espabilados habrán notado lo que quiero decir: que me quería leer una novela de zombis. Y cómo es un género, ahora mismo, en expansión, decidí preguntar a una de las expertas en el tema, a mi querida Macu Marrero (que como ya he dicho otras veces, participa en el blog: infectadosblog.blogspot.com que trata sobre el mundo de los zombis en la televisión, cine, literatura, videojuegos... entre otras cosas; y también lleva su propio site de reseñas sobre el género: areadeaislamientoinfectados.blogspot.com) qué libro de zombies le había gustado más de todos los que había probado, claro. Y aunque sé que es una entusiasta con algunos autores y sus obras, al final me recomendó:
LA GUERRA DE LA DOBLE MUERTE
de Alejandro Castroguer.

Diciembre de 2009. España. Andalucía. La Crisis de la Doble Muerte. Muertos que resucitan sin razón aparente. Reviven subyugados a sus instintos, doblegados por una fuerza impuesta: el hambre.
Una rata en el estómago que no para de arañar sus paredes en busca de carne... humana.
Y en este contexto donde la ¿infección? se va extendiendo rápidamente aparecen nuestros protagonistas principales: Judith, una tal Angélica, Jonás, un niño en silla de ruedas con sudadera de Silent Hill y Salvador el del pico en la mano. Y he aquí uno de las características que más me ha sorprendido y que por no saberlo, también me dejó un poco descolocada: ¡SON ZOMBIES!
Los protagonistas son muertos vivientes, resucitados.
Estos hambrientos no recuerdan nada de su pasado, están confusos, no saben qué hacer ni a donde dirigirse. La novela será su camino particular hacia sus recuerdos, hacia su propia supervivencia.
Y es que otro punto fuerte de la novela que la hace más realista son las actuación del gobierno español, de los medios de comunicación y el ejército. Intentan ocultar la verdadera magnitud de lo que allí está ocurriendo pero la situación poco a poco comienza a desbordarse. Bombardeos, ataques a mano armada y más bombardeos.
¿Es que nadie quiere realmente ayudar a los resucitados? Parece que algunos sí se preocupan: la promesa de una cura se escucha a través del aire... ¿Será real o será eso: una promesa de esas que sólo llegan al estado de promesa pero no terminan de evolucionar en algo real?
Los protagonistas presenciarán terribles barbaridades, putrefacción, dolor, desesperación, miedo, sangre y hambre. Podrán comprobar cómo actúa el ser humano ante situaciones límite, que los superan. Pero también lo podrán experimentar ellos en sus propias y putrefactas carnes.
Hay escenas realmente inquietantes, horrorosas y muy visuales. Sería una película de lo más interesante ;)
La narración de la novela está repleta de metáforas y comparaciones. Es muy preciosista. Sorprende y mucho, porque se aleja de esa escritura directa que parece que es la que más casa con este tipo de género. Pero a mi, precisamente, me ha encantado que se pueda consumir calidad literaria a la vez que vísceras y sangre.
El problema es cuando a veces se convertía en una maraña caótica. Me explico. La historia va intercalando personajes, escenarios y fechas. Éstas últimas son referentes tanto a la Guerra de la Doble Muerte como a sus antecedentes más próximos.
Y a veces me perdía entre tanto cambio.
Los escenarios son diferentes: una gasolinera, un edificio, una casa, muchas calles... toda la acción se desarrolla en Andalucía y Castroguer consigue demostrar y con creces, su conocimiento de las zonas de las que trata.
Y respecto a los personajes, no sólo son los tres ya mencionados, aparece otros tantos secundarios con sus pequeñas historias que no harán más que dar más realismos y puntos de vista.
Alejandro Catroguer escribe una historia complicada, que no te ofrece las respuestas en bandeja de plata.
Y mi consejo frente a eso es leer, leer y reflexionar porque poco a poco se van encajando las piezas. Aunque a veces mi impaciencia podía conmigo y tenía que volver atrás para atrás para empaparme mejor de lo que había leído y organizarme los datos.
Y el final... Me esperaba otro final, no más feliz pero quizás más cerrado. Parece que grita a pulmón abierto una segunda parte.
De todos modos merece la pena.
Nota final: 8
¡Arrivederci!
PD: un saludo al autor que es muy majete y hace poco me envió dos calendarios de la novela firmados (los de la foto)
Próximas reseñas:
-Juego de Tronos de George R. R. Martin,
-Serpientes y Piercings de Hitomi Kanehara.
-La edad de la ira de Fernándo J. López.